sábado, 8 de enero de 2011

Ciencias Sociales y Conocimiento Cientifico



En general, existe un acuerdo razonable en sobre qué disciplinas deben ser consideradas parte de las ciencias sociales y también de las ciencias naturales, aunque la división tradicional entre ambas es dudosa en el caso de algunas. Por ejemplo, si bien la lingüística había sido considerada casi universalmente una ciencia social, el enfoque moderno iniciado con la gramática generativade Noam Chomsky sugiere que la lingüística no trata tanto de la interacción social sino que debe ser vista como una parte de la psicología o la biología evolutiva, ya que en el funcionamiento de las lenguas y en su evolución temporal la conciencia de los hablantes o sus representaciones psicológicas no parecen desempeñar ningún papel. Por eso mismo, algunos autores han llegado a considerar que las lenguas son un objeto natural que se genera espontáneamente y no por la intención deliberada de los seres humanos.

 Filosofía de la ciencia, investigación sobre la naturaleza general de la práctica científica. La filosofía de la ciencia se ocupa de sabercómo se desarrollan, evalúan y cambian las teorías científicas, y si la ciencia es capaz de revelar la verdad de las entidades ocultas y los procesos de la naturaleza. Su objeto es tan antiguo y se halla tan extendido como la ciencia misma. Algunos científicos han mostrado un vivo interés por la filosofía de la ciencia y unos pocos, como Galileo, Isaac Newton y Albert Einstein, han hecho importantes contribuciones. Numerosos científicos, sin embargo, se han dado por satisfechos dejando la filosofía de la ciencia a los filósofos, y han preferido seguir 'haciendo ciencia' en vez de dedicar más tiempo a considerar en términos generales cómo 'se hace la ciencia'. Entre los filósofos, la filosofía de la ciencia ha sido siempre un problema central; dentro de la tradición occidental, entre las figuras más importantes anteriores al siglo XX destacan Aristóteles, René Descartes, John Locke, David Hume, Immanuel Kant y John Stuart Mill. Gran parte de la filosofía de la ciencia es indisociable de la epistemología, la teoría del conocimiento, un tema que ha sido considerado.

La Inteligencia Ciega: Introduccion al Pensamiento Complejo

LA CONSTRUCCION DEL CONOCIMIENTO EN LAS CIENCIAS SOCIALES

CONTEXTO HISTORICO EN QUE SURGEN LAS CIENCIAS SOCIALES

Definición de ciencia social

Las ciencias sociales son un conjunto de disciplinas académicas que estudian el origen, el desarrollo y le comportamiento de la sociedad, de las instituciones y de las relaciones e ideas que configuran la vida social.
Las ciencias sociales, por ser su objeto de estudio el comportamiento de la sociedad, no son ciencias exactas; los seres humanos pueden cambiar de opinión; los átomos, la ley de gravedad y los números no. Están formadas por la Antropología, la Sociología, la Ciencia Política, la Economía, la Psicología Social, la Historia y el Derecho, entre otras.

Antecedentes

Los orígenes de las distintas ciencias sociales pueden ubicarse cuando el hombre empieza a vivir en la sociedad, hace 10 mil años, al descubrir la agricultura, con con lo que deja de ser nómada para volverse sedentario y se comienzan a formar los pueblos a las orillas de ríos y lagos.



Así, surge el Derecho, con algunas reglas y normas mínimas para la convivencia social; la Economía, al tener que optar por, qué producir y qué consumir en un mundo de bienes escasos; la Política, por la lucha por el poder, por delucidar debían de tomar las decisiones que afectarían al grupo, sus formas de organización , la distribución del trabajo etc. Ante la necesidad natural de comunicarse, se desarrolla el lenguaje y la escritura, dando paso a la Historia, es decir, al conocimiento acumulado en los libros y con ellos desarrollan los maestros, encargados de transmitir a las nuevas generaciones los conocimientos acumulados por la civilización en un momento, en un lugar y en una época determinada.


El renacimiento

Para comodidad de estudio, la Historia se divide en cuatro grandes épocas, a saber: la prehistoria; la historia antigua que llega a siglo V, con la cristianización del imperio Romano; luego, la Edad Media comprende los mil años que van del siglo v al XV de nuestra era, época llamada oscurantiasta porque el conocimiento se refugió en los conventos, aunque a partir del siglo Xlll inició la aparición de las primeras universidades y algunos libros escritos a mano y en latín.
Se denomina Renacimiento al periodo de la historia europea caracterizado por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y en especial por su arte. Con el renacimiento, el hombre centra toda su actividad en el hombre como tal, es decir, después del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una libertad de pensamiento. El culto a la vida y el amor a la naturaleza son otros aspectos importantes; además, el Renacimiento estableció el equilibrio y la serenidad como fuentes de inspiración.



ORIGENES DEL RENACIMIENTO

El renacimiento tuvo orígenes en Italia en los siglos XIV y XV, y llegó a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extendió lentamente por toda Europa. excepto Rusia. A lo largo de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras. La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no sólo en Italia, si no todo el ámbito de las monarquías occidentales.
Pero el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultáneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante. Así, Alemania se cortó el brote renacentista, al igual que en Francia con las guerras civiles de la segunda mitad del siglo XVI.
Además, en los países adheridos a las confesiones protestantes, el credo inconoclasta de los ños nuevos evangelios suprimió la ocasión de ejercitar el mecenazgo eclesiástico y, por lo menos en la pintura y la escultura, suprimió la temática abundante de los motivos inconográficos, con la rara salvedad de los temas bíblicos.


Gracias a la creación de universidades, escuelas y a medida que nos adentramos en el mil quinientos, la arquitectura italiana y la estatuaria se abren camino en diferentes países europeos: en Inglaterra con mucha lentitud, pues el crisma religioso alejó de ahí a los artistas que habían sido llamados a trabajar en el país y eran los más capacitados propagadores de la renovación artística; en los países escandinavos se daban también algunas muestras esporádicas debido al macenazgo de los reyes, hasta en Polonia. y en Rucia, Iván III recogía las ondas del arte italiano.
Con la llegada del renacimiento apareció una nueva e influyente clase social constituida por los humanistas.
Hasta entonces, iglesia había condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia llegaba al ciudadano en forma directa gracias al aristotelismo, en boga durante los comienzos del Renacimiento. Esta filosofía cedió terreno al platonismo y el arte empezó a basarse sobre la propia ciencia. La geometría y otras ramas de las matemáticas ocuparon un lugar esencial en la nueva concepción de la cultura, se desechó el arte puramente lineal y se buscó con ahínco la forma tridimensional.
Apenas simulado el Renacimiento, Europa, en una revisión general de los valores, hallará una madurez definitiva que, tras una nueva crisis de crecimiento, permitirá que el siglo XVII, se pueda convertir en el siglo de oro europeo.
 Es esta etapa, que se considera el inicio del Renacimiento porque en esos años coinciden varios hechos como la invención de la imprenta por Gutenberg y su efecto vertiginoso para transmitir la cultura, aparecen Dante, Bocaccio y Petrarca; poco después Leonardo da Vinci. En dicho siglo también vivieron los dos grandes genios de las letras inglesas y españolas, Shakespeare y Cervantes, ambos fallecidos el 23 de abril de 1616 y para celebrar su aniversario luctuoso se estableció en España el día del libro precisamente en esa fecha, durante el cual se hacen amigos se regalan una flor y un libro; esta bonita costumbre ya se practica en varios países, incluido México.

La llustración

Se conoce como llustración al movimiento filosófico que se originó y desarrollo en Europa (de modo particular en Francia) durante el siglo XVIII. Se consideraba que todo lo antiguo se enmarcaba en un ambiente de oscuridad y decrepitud, y que la nueva ideología que llegaba eran las ``luces`` que iluminaban al mundo, Esta era en parte una visión exagerada, ya que el pensamiento europeo del siglo XVIII no venía de las transformaciones ocurridas en las sociedades europeas desde muchos siglos atrás


La Ilustración presenta las siguientes ideas y principios: 

Empirismo: los ilustrados contrapusieron su fe en la experimentación para poder conocer el mundo y conseguir el progreso.
Criticismo: el ilustrado aspira a someter a crítica racional todo el conocimiento anterior.
Deseo de conocimiento: el ilustrado siente un enorme deseo de conocer por completo el mundo donde habita, de iluminarlo (de ahí el hombre de Ilustración), pero también siente la necesidad de dar a conocer lo aprendido. Esto último explica la aparicón de uno de los grandes proyectos de la época, la Enciclopedia francesa.
Utopismo: se cree que la aplicación de la razón en todos los aspectos de la vida humana permitirá mejora constante de la sociedad y un progreso económico y cultural ilimitado.
Progreso y felicidad: el ilustrado a lo que aspira como objetivo prioritario es conseguir la felicidad en este mundo.
Reformalismo: los ilustrados proponen modernizar a la sociedad mediante lentas reformas que concretarán los reyes y gobiernos de carácter absolutista. 

Los filósofos ilustrados buscaban la verdad científica y se basaron en la razón para explicar la realidad del mundo en el que vivían.

EL LIBERALISMO

El Liberalismo clásico o primer liberalismo es un concepto usado para englobar las ideas políticas formuladas durante los siglos XVII y XVIII, contrarias al poder absoluto del Estado y su intervención en asuntos civiles, la autoridad excluyente de las iglesias, y cualquier privilegio político y social, con el objetivo de que el individuo pueda desarrollar sus capacidades individuales y su libertad en el ámbito político y religioso. Su base fundamental se encuentra en la doctrina de la ley natural, cuyo más representativo exponente es John Locke.
También recibe este nombre, aunque su ámbito es distinto, el liberalismo económico, teoría económica iniciada por Adam Smith (La riqueza de las naciones, 1776), especialmente por oposición a la escuela neoclásica de economía o marginalismo, de finales del siglo XIX.


El liberalismo social defiende la no intromisión del Estado o de los colectivos en la conducta privada de los ciudadanos y en sus relaciones sociales, existiendo plena libertad de expresión y religiosa, así como los diferentes tipos de relaciones sociales consentidas, morales, etc.
  Esta negativa permitiría (siempre y cuando sea sometida a aprobación por elección popular usando figuras como referendums o consultas públicas, ya que dentro del liberalismo siempre prevalece el estado de derecho y este en un estado democratico se lleva a su máxima expresión con la figura del sufragio) la legalización del consumo de drogas, la libertad de paso, la no regulación del matrimonio por parte del Estado (es decir, éste se reduciría a un contrato privado como otro cualquiera, pudiendo ser, por tanto, contratado por cualquier tipo de pareja), la liberalización de la enseñanza, etc.
Por supuesto, en el liberalismo hay multitud de corrientes que defienden con mayor o menor intensidad diferentes propuestas.

El liberalismo económico defiende la no intromisión del Estado en las relaciones mercantiles entre los ciudadanos, impulsando la reducción de impuestos a su mínima expresión y reducción de la regulación sobre comercio, producción, etc. La no intervención del Estado asegura la igualdad de condiciones de todos los individuos, lo que permite que se establezca un marco de competencia perfecta, sin restricciones ni manipulaciones de diversos tipos. Esto significa neutralizar cualquier tipo de beneficencia pública, como ser aranceles, subsidios, etc.
El liberalismo político inspiró la organización del Estado de Derecho dentro del marco de la democracia liberal durante el siglo XIX, vigente en gran parte de los Estado-Nación actuales. Sus elementos principales son el Gobierno limitado a sus funciones de seguridad, justicia y obras publicas y la elección de sus representantes de manera libre y soberana. El Estado de Derecho como marco jurídico e institucional resguarda las libertades y los derechos de las personas.
Una división menos famosa pero más rigurosa es la que distingue entre el liberalismo predicado por Jeremías Bentham y el defendido por Wilfredo Pareto. Esta diferenciación surge de las distintas concepciones que estos autores tenían respecto al cálculo de un óptimo de satisfacción social.
En el cálculo económico se diferencian varias corrientes del liberalismo. En la clásica y neoclásica se recurre con frecuencia a la teoría del Homo oeconomicus, un ser perfectamente racional con tendencia a maximizar su satisfacción. Para simular este ser ficticio, se ideó el gráfico Edgeworth-Pareto, que permitía conocer la decisión que tomaría un individuo con un sistema de preferencias dado (representado en curvas de indiferencia) y unas condiciones de mercado dadas. Es decir, en un equilibrio determinado.

Sin embargo, existe una gran controversia cuando el modelo de satisfacción se ha de trasladar a una determinada sociedad. Cuando se tiene que elaborar un gráfico de satisfacción social, el modelo benthamiano y el paretiano chocan frontalmente.
Según Wilfredo Pareto, la satisfacción que goza una persona es absolutamente incomparable con la de otra. Para él, la satisfacción es una magnitud ordinal y personal, lo que supone que no se puede cuantificar ni relacionar con la de otros. Por lo tanto, sólo se puede realizar una gráfica de satisfacción social con una distribución de la renta dada. No se podrían comparar de ninguna manera distribuciones diferentes. Por el contrario, en el modelo de Bentham los hombres son en esencia iguales, lo cual lleva a la comparabilidad de satisfacciones, y a la elaboración de una única gráfica de satisfacción social.
En el modelo paretiano, una sociedad alcanzaba la máxima satisfacción posible cuando ya no se le podía dar nada a nadie sin quitarle algo a otro. Por lo tanto, no existía ninguna distribución óptima de la renta. Un óptimo de satisfacción de una distribución absolutamente injusta sería, a nivel social, tan válido como uno de la más absoluta igualdad (siempre que éstos se encontrasen dentro del criterio de óptimo paretiano).
No obstante, para igualitaristas como Bentham, no valía cualquier distribución de la renta. El que los humanos seamos en esencia iguales y la comparabilidad de las satisfacciones llevaba necesariamente a un óptimo más afinado que el paretiano. Este nuevo óptimo, que es necesariamente uno de los casos de óptimo paretiano, surge como conclusión lógica necesaria de la ley de rendimientos decrecientes.
Entre los seguidores de Bentham destacan las tesis del social-liberalismo, mientras que de Pareto surgen otras como la escuela austríaca (si bien, para esta última corriente, no es necesario en absoluto basarse en idealizaciones y estudios de equilibrios inexistentes en la realidad. De hecho, dicha escuela considera un auténtico error epistemológico pretender llevar a cabo el estudio de la economía como si se tratara de una ciencia natural . Por tanto, propone un acercamiento distinto, completamente opuesto al de los clásicos y neoclásicos, al liberalismo).

La independencia de Estados Unidos 

Después del descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1492, vino la conquista de los territorios del continente en el siglo XVI por los españoles y los portugueses, con mayor o menos resistencia de los naturales del lugar. Empero, para el siglo XVII quedaba todavía mucho territorio libre en el continente y en Europa algunas regiones pasaban por malos años agrícolas o eran víctimas de enfermedades y epidemias; así, llegó la idea de colonizar, y para ello se organizaron grupos, cruzaron el mar y se apersonaron en el norte del continente, creándose las famosas 13 colonias básicamente con súbditos de Inglaterra, cada una de ellas independientes entre sí, pero súbditos del rey de Inglaterra. 


Para el siglo XVIII estas colonias se dedicaban a diferentes actividades, mientras que Massachusetts, Connecticut, New Hampshire y Rhode Island, que conformaban lo que algunos denominaban como la Nueva Inglaterra, se dedicaban a la ganadería, al cultivo de cereales, explotaban los bosques, la pesca, tenían un comercio muy activo y empezaban la industrialización. Su población estaba formada por esforzados puritanos en exceso religioso, de modo que la iglesia estaba unida al Estado, por lo que estar fuera de la iglesia significaba estar fuera de la sociedad; cada colonia tenía un congreso local y un gobernador designado por la colonia inglesa. Los primeros colegios se formaron, y que luego serían prestigiadas universidades como Harvard y Yale, eran para formar ministros religiosos.

En realidad, había pocas diferencias porque cada colonia tenía una constitución, pero por encima estaba el pacto colonial de de exclusividad que reflejaba las tradiciones parlamentarias y las instituciones británicas,. Los colonos elegían a sus delegados a la asamblea cuyo trabajo esencial era el control financiero y expandir los impuestos necesarios para hacer frente a los gastos locales. Las colonias, de acuerdo con la política de las potencias coloniales, eran un mercado reservado a la metrópoli y por lo tanto los colonos no tenía derecho a crear casi ninguna industria. Esta política y sobre todos los impuestos que se decretaban en Londres, donde los colonos no tenían representantes, dejaron ver las injustas contribuciones, pero además las constantes guerras en que Inglaterra se ve envuelta hacía que les demandaran tanto hombres para la guerra como recursos financieros, así sucedió en la llamada Guerra de los Siete Años.

La guerra de los Siete Años
De manera histórica, así es conocida esta guerra, que inició en 1756 y termino en 1783, entre Austria y Prusia, pero luego las demás potencias se aliaron, de tal suerte que Inglaterra y Francia quedaron en bandos contrarios. 
Francia tenía territorios en América que los colonos ambicionaban, y que Inglaterra aceptó darles si les ayudaban en esta guerra. Ganaron los ingleses, pero quedaron en una situación financiera muy delicada y en entonces inventaron leyes para gravar el comercio colonial e inventaron el derecho del timbre que debía pagarse en todos los actos jurídicos y privados entre las colonias y Gran Bretaña.
La inversión de alianzas impresionó a Europa, pues ponía fin a la rivalidad secular entre Austria y Francia, pero fue en Turquía donde más vivamente impresionó, ya que se consideró en peligro la amistad con Francia, máxime al comprobar que a la alianza con Austria le seguía el acercamiento a Rusia (1576), inquietud que aprovecha Prusia para aproximarse a Turquía y firmar un tratado de amistad con el Imperio Otomano (1761).
La crisis bélica estalla en 1757 es en principio una continuación de la de la Pragmática Sanción de 1713, pero en realidad, se trata de dos guerras simultáneas: entre Francia e Inglaterra en el mar, en las colonias y en Alemania del oeste; y entre Prusia y la coalición de sus enemigos en Alemania del este. En la India y en América del Norte los incidentes franco-ingleses menudeaban con ventaja más bien de Inglaterra, que en Europa pierde Menorca. Federico II ataca bruscamente venciendo a los Sajones en Pirna y rechaza a los austriacos, pero la campaña no consigue otra cosa que la ruptura con Francia (que en el Segundo Tratado de Versalles en 1757 convierte en ofensiva su alianza defensiva con Austria), la solidaridad del Imperio en su contra (que en la dieta veta la formación de contingentes reglamentarios) y que Suecia prometiera su apoyo a la coalición. Prusia, en cambio, sólo recibió dinero de Inglaterra, cuyo planteamiento en el continente se limitaba a la defensa de Hannover y a cierta cobertura renana. Hannover fue invadido por los franceses que vencen a los ingleses en Closterseven, pero Federico II los derrota en Crefeld y los rechaza hacia el Rhin.
La Revolución Francesa 
Con la revolución Francesa en 1789 se dieron las condiciones políticas y filosóficas para la conformación del sistema capitalista, con lo que se permite establecer el fin de la Edad Moderna y el principio de la Edad Contemporánea.
La Revolución Francesa fue el movimiento de mayor trascendencia en el mundo, sus doctrinas se extendieron con rapidez en todo Europa, basadas en el concepto de que la población tiene la capacidad de gobernantes mediante el principio de la soberanía nacional. Esto influyó en el pensamiento independentista de los libertadores de América Latina.
 La influencia que la revolución Francesa ejerció en todo el mundo se debe a varias razones, entre las que sobresalen: 


  •          Fue una lucha social que tuvo la capacidad de destruir el régimen feudal, así        como el absolutismo europeo.
  •              Edificó los cimientos para construir la sociedad moderna capitalista.
Económicamente, para el capitalismo la Revolución Francesa significó su máxima expresión, al considerar que la libertad de propiedad, de comercio y de empleo son principios fundamentales del modo de producción capitalista. 
 A la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano emitida por la Asamblea Nacional Constituyente de Francia en 1789 se le consideró la aportación más importante en el ámbito filosófico, con lo cual la Revolución Francesa estableció las bases ideológicas para que el capitalismo pudiera sustentarse como sistema. A continuación se citan algunos de sus principales postulados:


  •            Al nacer los hombres deben permanecer libres con iguales derechos.
  •            La libertad, la seguridad y la propiedad, son derechos naturales del hombre.
  •            En toda nación, el principio de soberanía debe ser parte esencial.
  •            La libertad permite hacer todo lo que no dañe a otra persona.
  •            Mientras no se le declare culpable, todo hombre deberá considerarse inocente.
  •            Ninguna persona deberá ser molestada por emitir sus opiniones.

    El código civil y el carácter laico que adoptaron las instituciones, son un ejemplo de las transformaciones sociales más importantes. A pesar de todos estos avances, en varios países existía una varia cantidad de campesinos que no poseían tierra y que eran asalariados y que junto con los obreros significaron el sostén principal de las batallas revolucionarias para el derrocamiento de toda la aristocracia y que a pesar de ello no se obtuvieron grandes beneficios, pues la burguesía fue la que mayor recompensa tuvo.

    La Revolución Industrial 
    Inglaterra fue la cuna de la Revolución Industrial entre los años 1760 y 1830, misma que trajo como consecuencia un desarrollo en los campos de la ciencia y de la técnica, y en la forma de pensar de la sociedad. Los mercaderes ingleses dominaron el comercio colonial sobre españoles, franceses y holandeses. 
     El hecho de que Inglaterra surgiera las transformaciones económicas llevadas a un proceso de industrialización, se debió a que:

    •            Su comercio colonial era el más importante de Europa.
    •            Se habían colocado los cimientos para un nuevo modo de producción para el           cumplimiento de sus objetivos comerciales.
      Se crearon las condiciones para la industrialización porque el comercio colonial origina un cambio en la agricultura y proporciona un excelente agrícola y de mano de obra.


      Uno de los principios fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. Su base técnico-científica es revolucionaria, generando así, el problema de la obsolescencia tecnológica en períodos cada vez más breves. Desde esta perspectiva puede afirmarse que todas las formas de producción anteriores a la industria moderna (artesanía y manufactura) fueron esencialmente conservadoras, al trasmitirse los conocimientos de generación en generación sin apenas cambios. Sin embargo, esta característica de obsolescencia e innovación no se circunscribe a la ciencia y la tecnología, sino debe ampliarse a toda la estructura económica de las sociedades modernas. En este contexto la innovación es, por definición, negación, destrucción, cambio, la transformación es la esencia permanente de la modernidad. Principios fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. - El desarrollo de nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo clima social, es el momento y el sitio para una revolución industrial de innovaciones en cadena, como un proceso acumulativo de tecnología, que crea bienes y servicios, mejorando el nivel y la calidad de vida. Son básicos un capitalismo incipiente, un sistema educativo y espíritu emprendedor. La no adecuación o correspondencia entre unos y otros crea desequilibrios o injusticias. Parece ser que este desequilibrio en los procesos de industrialización, siempre socialmente muy inestables, es en la práctica inevitable, pero mensurable para poder construir modelos mejorados.